A mediados de los años 30 una joven alemana, Irmina, llega a Londres en busca de trabajo, libertad e independencia. Allí conoce a Howard Green, uno de los primeros estudiantes negros en Oxford, al que se siente unida en su búsqueda de una vida emancipada. La relación termina abruptamente al verse obligada Irmina a volver a la Alemania hitleriana. A medida que se acerca la guerra, Irmina descubre que su deseo de ascenso social sólo es posible traicionando sus ideales. Barbara Yelin, al encontrar una caja con cartas, diarios íntimos y fotos que pertenecían a su abuela fallecida, decidió contar esta historia, y se interroga: ?descubrí a una persona a la que no conocía y me pregunté cómo una mujer joven e independiente de diecinueve años, que se había ido a estudiar a Inglaterra, pudo volver a Alemania y apartar la mirada de lo que ocurría allí en aquel entonces. Lo que me llevó a preguntarme cómo tantos alemanes pudieron mirar para otro lado y aparentar que no sabían nada de los crímenes nazis?. El historiador Alexander Korb, que firma el epílogo de 'Irmina', ahonda en esta cuestión: ?el cómic de Barbara Yelin sobre la vida de una joven durante la época nazi nos conmueve porque, como lectores, siempre tenemos ante nosotros los posibles caminos alternativos que le habrían permitido ser más feliz y a la vez mantenerse alejada del nacionalsocialismo. Irmina conmueve también precisamente porque a priori sabemos mucho sobre la vida de los alemanes durante la época nazi, pero en última instancia no podemos imaginarnos su día a día. Porque sigue sin respuesta la pregunta de por qué personas corrientes con sus sueños, necesidades, preocupaciones y momentos de felicidad no sólo aceptaron un sistema sangriento, sino que lo hicieron posible?.