Para practicar a la perfección el budismo no basta con entregarse a cambios superficiales, como por ejemplo llevar una vida monacal o recitar textos sagrados. Cabría incluso preguntarse si tales actividades son o no en sí religiosas, puesto que la religión se ha de practicar con la mente. Esta introducción al budismo tibetano es de una transparencia ejemplar para cualquiera que desee iniciarse en sus conceptos elementales. Nociones como dharma, samsara o karma, y las vías del Hinayana, el Mahayana y el Tantrayana se explican aquí de manera sencilla y accesible para todos. El progreso material despierta siempre el deseo de más progreso y, por consiguiente, no puede sino procurar un placer efímero. Por el contrario, cuando es la mente la que goza de placer y satisfacciones, somos capaces de soportar con facilidad las molestias puramente materiales, siendo real y duradero aquel placer que sólo pertenece al dominio de la mente. DALAI LAMA