La originalidad de Méndez consistió en presentar la fuerza de Hartmann como una dimensión horizontal. Entonces se observa, no sin sorpresa, que no sólo no se opone, sino que se combina provechosamente con la altura vertical de Scheler. Se consigue mayor verosimilitud y más adherencia a la realidad gracias a una jerarquía o escala bidimensional. Añadiendo la intuición inmediata o directa del valor, propuesta por Scheler, Hartmann, Lavelle, Ortega, García Morente y tantos otros, como un genuino dato material de partida del conocimiento axiológico, tenemos el leit motiv de toda la obra de Méndez. El valor es definido como lo que debe ser, sea o no sea. La lógica moderna nos enseña que deber ser y ser necesario se formalizan de la misma manera. La preocupación por acercarse lo más posible a la lógica formalizada, gracias a la cual tenemos ordenadores, es una constante en el pensamiento de Méndez. Sólo por ese camino podemos progresar hacia una Axiología aceptable para todos los humanos, cualquiera que sean sus creencias previas. En 1988 se constituyó oficialmente la Asociación Estudios de Axiología (EdA), que promueve cursos, publicaciones o encuentros para difundir esta novedosa doctrina sobre los valores.