Facilitar la más plena integración social del inmigrante a través de la familia no sólo requiere el análisis jurídico filosófico, constitucional, civil, internacional, penal, protección social, etc., sino también la familia en sí y la realidad del sujeto a integrar en la sociedad de acogida, como persona necesitada de vías concretas para su desarrollo integral. Por esta razón, se incorporan los análisis psicológico y sociológico, de modo que podamos detectar la realidad personal, tanto en sus vertientes individual y social del inmigrante, esto es, como individuo y como miembro de un grupo, ya sea el de otros inmigrantes con los que llega o con los que más se relaciona, ya sea su familia, con la que convive en el país de acogida por haberla formado tras su llegada o tras su reagrupación, o la que dejó en el de procedencia, etc. Analizamos también si las relaciones familiares formadas (o extinguidas) según las reglas del país de origen son aceptadas social y jurídicamente en el de acogida, así como si las formadas (o extinguidas) en el de acogida lo son en el de origen, bien de cara al retorno, bien a otros efectos.