El cardenal Müller es una de las figuras más descollantes de la teología actual, además de ser el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Es un teólogo, es decir, un creyente que trata de expresar la respuesta de Dios a las preguntas del hombre. Es el Prefecto de la Fe y, por tanto, alguien que tiene un punto de vista privilegiado sobre las situaciones, los horizontes y los interrogantes que se abren ante nosotros.