La mayor parte de las infecciones víricas se previenen actualmente gracias a la vacunación. Cada enfermedad se inicia con un síntoma distinto. Muchos padres, cuando perciben que su hijo está desanimado o presenta algún comportamiento que no es habitual, pueden decir que el niño ?está incubando algo?. Y normalmente, no se equivocan aunque existen enfermedades que no presentan síntomas y, por ello, son difíciles de detectar. Ante la duda, llévelo al médico, mejor es prevenir que curar.