Uno de los fenómenos más relevantes que han acontecido en los últimos años en el sistema internacional de cooperación es el creciente protagonismo desempeñado por la denominada cooperación Sur-Sur, a través de la que un país tradicionalmente considerado en desarrollo pone sus recursos y capacidades a disposición de otros países de menor o similar nivel de ingreso. Se trata de un fenómeno que, lejos de responder a una dinámica puntual y pasajera, parece estar en clara conexión con las transformaciones estructurales más profundas que está experimentando el sistema internacional y, muy particularmente, con los cambios que se están produciendo en la naturaleza y distribución del poder en este escenario. No obstante, la heterogeneidad que cabe observar dentro de esta modalidad de cooperación obliga a incorporar también en el análisis un conjunto de elementos sociocognitivos, relacionados con las percepciones, identidades e intereses de los actores que la protagonizan, de tal forma que puedan comprenderse las distintas políticas de cooperación Sur-Sur desplegadas por los diversos países. A esta tarea pretender contribuir el presente libro, que centra el análisis en tres de los principales protagonistas de la cooperación Sur-Sur en la actualidad en América Latina, como son los casos de Chile, Venezuela y Brasil.