Fernández Gonzalo, uno de los pensadores y creadores más valiosos y versálites de las últimas hornadas, afirma en este impresionante ensayo que «es tan fácil contemplar la guerra y sus imágenes como difícil es trans-cribir verbalmente sus signos: la verdad de la guerra resbala siem-pre entre las fisuras del discurso». La guerra se ha convertido en uno de los principales índices de datación histórica. A partir de ella, articulamos la masa de aconte-cimientos, se negocian nuevos modos de organización política y se reconfiguran las fronteras. Pero ¿cómo vemos la guerra, de qué manera percibir su brutalidad, a través de qué filtros atenuamos sus consecuencias y trivializamos su impacto?