Siendo el proceso cultural más transformador de la Historia, muchos de los grandes principios del Humanismo renacentista siguen presentes hoy en la llamada civilización occidental. Sin embargo, el inmenso legado de los clásicos del Renacimiento solo es valorado en su justa medida por un reducido número de espíritus cultivados, con un tan sorprendente como perjudicial desapego cuando no, ignorancia de amplios sectores de la población, muy impregnados de tendencias materialistas y hedonistas. En este momento de desorientación generalizada, de pérdida de valores y de grandes temores por las terribles amenazas a la dignidad del hombre que tanto nos sobrecogen, se impone una vuelta a los principios. Una mirada atenta y reflexiva sobre el proceso por el que comenzamos a admirar lo bello y lo bueno sin imposiciones dogmáticas, con nuestro propio criterio, y, especialmente, sobre cómo llegamos a asimilar algo tan fundamental, que nos ha distinguido siempre en nuestra forma de entender el mundo, como la alta consideración de la vida humana. La clave está en las letras, en los studia humanitatis del Renacimiento, analizados, como pretende este libro, en su verdadero contexto social, político y económico.