Las aventuras de Huckleberry Finn (1884) narra las peripecias de un muchacho que escapa de su casa huyendo de su padre y de un esclavo negro llamado Jim que pretende recobrar su libertad. El río Misisipi es el telón de fondo de una historia a medio camino entre la novela de aventuras y el relato picaresco, en la que se abordan temas fundamentales como la amistad o el racismo. Narrada por el propio Huck Finn, el inseparable amigo de Tom Sawyer, esta novela fue, según Ernest Hemingway, el punto de origen de la literatura norteamericana contemporánea. «Huck se asocia con el esclavo fugado de la señorita Watson, Jim, y cuando bajan por el Misisipi en una balsa, sus aventuras son una variante de las narraciones de esclavos. Aquí la voz proyectada del niño alcanza la genialidad: Huck, al optar por la elección socialmente inmoral de ayudar a fugarse al esclavo —propiedad privada legítima de alguien, piensa—, crea en sí mismo una moralidad éticamente superior que él define como fuera de la ley, y propia de un vagabundo despreciable como él. Y Clemens puede lidiar con la monstruosa catástrofe nacional del esclavismo, no de frente, con un sentido moralizante, a la manera de Harriet Beecher Stowe, sino con el arma más afilada, la arremetida más profunda, de la ironía». E. L. Doctorow