Aborda las inquietudes relacionadas con las diferentes versiones de la masculinidad que aparecieron en España desde la pérdida de sus principales posesiones en América hasta el llamado "Desastre del 98". Se cuestionan así las formas y prácticas de género que emanaron de las grietas de la conciencia imperial, sobre todo en cuanto a la idea que España tenía sobre sí misma, y frente a los fantasmas de su pasado y presente coloniales.