Los actores y actrices «secundarios» o de reparto no son los protagonistas de las películas, pero resultan imprescindibles para la historia que se cuenta en ellas. En el terreno de la fe no hay «personaje secundario» ni menor: para Dios, todos somos protagonistas, y nuestras historias, aunque nos parezcan «mínimas», son en todo caso únicas. La galería de personajes que aquí se presentan solo pretende ser una invitación a adentrarnos por las páginas de la Biblia y descubrir algunos de esos otros personajes menores que quizá nos ayuden a alumbrar caminos nuevos de encuentro con Dios.