Bloy, estilista sin igual, nos ofrece en este libro unas historias insolentes y recriminatorias, escritas con habilidad, sobrio planteamiento y una resuelta ejecución. Borges escribió de este autor: «Nuestro tiempo ha inventado la locución humor negro; nadie lo ha logrado hasta ahora con la eficacia y la riqueza verbal de Léon Bloy». Kafka que lo leyó, se refiere a él en estos términos: «En el vituperio no tiene par. A su lado, los profetas nos parecen mancos. Si les aventaja, será porque se nutre del estercolero de nuestro tiempo».