El libro II de la Historia es el logos etnográfico más antiguo conservado y la descripción más extensa e importante de Egipto en época antigua, fundamental para filólogos y egiptólogos. Ninguno de los restantes ocho libros ofrece una imagen tan nítida y reveladora del mundo intelectual de Heródoto. Con sus partes clásicas –geografía, etnografía e historia-, para la filología analítica constituye una prueba clara de la condición de logógrafo del primer Heródoto, mientras que la crítica unitaria ha preferido poner de relieve la evolución de su concepto de historia desde logoi como éste hasta la idea global de la Historia de Persia.