Las Cortes se han configurado tradicionalmente como uno de los órganos principales de nuestro sistema político: desde el siglo XII, la existencia de estas asambleas parlamentarias ha sido una de las constantes de la historia de España. Una institución que ha experimentado profundas alteraciones desde la aparición de las cámaras estamentales del Medievo -que perduraron, con altibajos, hasta el fin del antiguo Régimen- hasta la consolidación de los Parlamentos democráticos -representados en el modelo de la Segunda República y en el previsto por la Constitución de 1978-, pasando por las sucesivas Cortes liberales decimonónicas o las configuraciones autoritarias ensayadas por las dictaduras de Primo de Rivera y Franco. Este libro tiene como objetivo estudiar la evolución del Parlamento español, recogiendo buena parte de la dispersa literatura existente para generar una propuesta sintética e integradora que permita analizar cómo a través de los siglos se ha ido desarrollando el ascenso de las posibilidades de las Cortes, que de no ser más que una reunión de notables que se limitaban a aceptar un presupuesto, reconocer un heredero o jurar obediencia, se han convertido en representación legítima del pueblo, mantienen en jaque al poder ejecutivo, comparten las responsabilidades de gobierno y legislan libremente.