JAPÓN no es simplemente el «animal económico» de que a veces se habla, ni tampoco el mero fabricante de aparatos para todos los gustos. Es un país que posee un patrimonio ideológico rico en «formas de abstracción lógico-formal y de abstracción intuitiva» -como dice el prologuista de esta obra-, y abundante en categorías lógicas inspiradas en fuentes religiosas y profanas, en veneros propios y extraños. La presente obra ofrece la trayectoria que el pensamiento filosófico japonés ha seguido desde la antigüedad hasta nuestros días, con todas las vicisitudes, a veces turbulentas, que han configurado la personalidad y el bagaje ideológico de los pensadores nipones de cada época. A través de estas páginas puede el lector asomarse a las sendas escondidas de este país para comprender mejor los entresijos de las expresiones culturales y religiosas que configuran el verdadero rostro, antiguo y moderno, de Japón.