Este libro se centra en una figura en alza dentro de la Iglesia, Santa Hildegarda de Bingen, monja benedictina que vivió en Alemania en el siglo XII. Fue una gran mística, teóloga, filósofa, polifacética, científica, escritora, poeta, sabia, música
Dirigía sus consejos y amonestaciones a los hombres de la Iglesia que admiraban su saber y la requerían para resolver dudas y problemas. Fue declarada «Doctora de la Iglesia» por Benedicto XVI el 7 de octubre de 2012, que relanzó su figura dentro de la Iglesia.