Ryth M. Anderson contribuyó a la definición y el enriquecimiento del archivo fotográfico de la Hispanic Society. No solo realizó imágenes únicas de España, sino que más tarde utilizó su experiencia en publicaciones innovadoras. Cuando su carrera cambió de rumbo después de 1930, se dedicó a investigar el traje regional. Sirviéndose de los materiales recopilados en sus campañas se convirtió en una autoridad indiscutible en el tema, escribiendo monografías pioneras sobre el traje en Galicia y Extremadura. Aunque Anderson nunca publicó las fotografías de Asturias, estas forman una parte significativa de la colección y ofrecen un inestimable testimonio sobre la región. La mayoría de esas tomas las hizo durante su visita entre el 31 de enero y el 10 de mayo de 1925, y algunas están fechadas en la segunda visita, del 15 al 19 de julio, antes de partir hacia Londres en el vapor Oriana el día 22 de ese mes. A pesar de residir sobre todo en la ciudad de Oviedo, hizo innumerables excursiones cortas. En el tiempo que residió en Asturias, Anderson tuvo que desplazarse a Santander (8 y 9 de febrero) para renovar su pasaporte y cuando llegó la Semana Santa (8 al 13 de abril) fue a Valladolid para fotografiar las procesiones y la custodia de la catedral. El viaje de retorno a Asturias lo aprovecha para hacer una parada en la villa cántabra de San Vicente de la Barquera (13 al 16 de abril). Las fotografías de estos meses en Asturias nos ofrecen una mirada cautivadora de la vida diaria en la región. Anderson nunca hubiese conseguido tales resultados si no hubiese tenido una concienzuda formación. La presencia de su padre durante la expedición de 1924-1925 resultó imprescindible, pues él era fotógrafo profesional y había sido su primer maestro en el oficio. Gracias a su ayuda Anderson pudo mantener todo el equipo fotográfico en perfectas condiciones.