Desde hace varios miles de años la población humana vive asentada en el territorio y, desde una época mucho más reciente en la historia de la humanidad, está organizada políticamente en Estados. Sin embargo, el asentamiento de la población en el espacio no ha impedido el desplazamiento de las personas de unos lugares a otro s primero, y de unos Estados a otros después. Las migraciones han sido una característica constante e influyente de la historia de la humanidad. Los movimientos migratorios son procesos históricos que han cobrado una importancia creciente en el último siglo y medio, habiéndose intensificado a partir del final de la segunda guerra mundial. Estos desplazamientos pueden ser temporales o permanentes y pueden obedecer a causas diversas, siendo las económicas y las humanitarias las más importantes. Las personas se desplazan por razones económicas en busca de medios para una subsistencia digna de los que carecen en sus zonas o países de origen, o porque aspiran a mejorar su nivel de vida. Por razones humanitarias las personas abandonan sus países de origen huyendo de la guerra y/o de la persecución por motivos políticos, religiosos o étnicos, por citar los más importantes. Puede afirmarse que el factor principal que explica el crecimiento de las presiones migratorias en estos últimos años es la falta de oportunidades de vida y trabajo satisfactorias en ciertas zonas o regiones del planeta y las disparidades crecientes de nivel de vida entre el norte hiperdesarrollado y el sur subdesarrollado. Esta situación se ha sintetizado como las «3Ds», esto es, las diferencias en los niveles de desarrollo, demografía y democracia, que impulsan a la gente a abandonar sus países de origen y a buscar en otros mejores oportunidades de vida y de desarrollo personal