Si después de estudiar media hora uno no logra concentrarse, es que ha estudiado mal. En cambio, si después de hacer media hora de oración, uno no ha logrado «concentrarse», no pasa absolutamente nada. Se puede hacer oración con la mirada, con las posturas. Vamos a hablar de oración mental porque a veces nos complicamos, y no la hacemos bien del todo. La falta de sintonía entre los buenos deseos y las obras realizadas constituye una experiencia común a todos los hombres y mujeres. ¿será verdad que la edad media de inicio del consumo de drogas son los quince?, ¿acaso es señal de modernidad sobrevivir por las noches a base de alcohol y dormir durante el día?, ¿qué solidaridad puede tener quien se dedica a destrozar el mobiliario urbano? En estas páginas buscaremos juntos el valor de la autenticidad y del compromiso como exigencias de nuestra libertad para realizarnos como personas.