Gustavo Gutiérrez ocupa el primer plano en la teología de la liberación. Es el autor de la primera obra sistemática que reflexiona críticamente a partir de la praxis histórica de liberación comparada con la palabra de Dios, acogida y vivida en la fe. La teología, bajo su punto de vista, supone previamente la praxis de la fe, es decir, una espiritualidad. Esta espiritualidad se caracteriza por el compromiso en favor del otro, que en el contexto latinoamericano es el pobre, y por la lucha por la justicia que el Dios de la vida no sólo ordena, sino que comparte. Se trata de una teología "desde el reverso de la historia", que se deja provocar por la identificación de Cristo con los oprimidos y lleva a los cristianos a "descender a los infiernos de este mundo" y a "compartir la miseria, la injusticia, las luchas y las esperanzas de los condenados de la tierra, porque de ellos es el Reino de los cielos". Contiene bibliografía seleccionada.