La complejidad normativa que afecta en nuestros días al tráfico mercantil de las empresas no tiene precedente en nuestra legislación. Los continuos cambios que propician el desarrollo tecnológico y la propia dinámica de los mercados obliga a las empresas a mantener una vigilancia continua y constante sobre el cumplimiento de nuevos preceptos que le son de aplicación. En esta guía, se expone de forma sencilla y comprensible la normativa que todo empresario debe cumplir para garantizar que la actividad del conjunto de su organización se desarrolle bajo los parámetros de actuación que la ley exige. Se analizan igualmente los principales factores de riesgo jurídico a los que la empresa está continuamente expuesta. Se examinan, además, una serie de claves y mecanismos prácticos de control de la empresa concebidos para evitar o en su caso minimizar el efecto de las posibles infracciones derivadas de actuaciones de sus administradores, gestores, empleados, colaboradores o suministradores de la entidad. Finalmente, se facilitan las pautas para implantar actuaciones concretas que permitan acreditar la «diligencia debida» exigible a todo empresario, asegurándose con ello que en todo momento se adoptaron las medidas adecuadas para prevenir la responsabilidad penal de la entidad.