El hidrolato es una sustancia conocida desde hace mucho tiempo. Tras épocas de gloria y eclipses totales, está empezando finalmente a ocupar el lugar que se merece. Al ser el otro producto de la destilación con vapor de agua, se beneficia de la popularidad de los aceites esenciales, a los que completa aportando sus propias respuestas cuando dichos aceites son demasiado fuertes o inadaptados. Además, cabe recordar que el hidrolato tiene una personalidad propia: ya sea muy similar al aceite esencial o vagamente parecida; a veces, incluso muy diferente. El conocimiento de su complejidad molecular es una condición previa e indispensable para establecer una definición clara y poder averiguar sus distintos tipos de utilización, así como sus propiedades e indicaciones, tan numerosas como inesperadas.