La novela de Rafael Fraguas Gritad concordia discurre en torno a unos años cruciales de la vida de Europa en la inmediata posguerra. En ellos jugó un papel de extraordinaria importancia Dionisio Ridruejo (El Burgo de Osma, 1912 - Madrid, 1975), destacado activista y jefe de Propaganda de Falange durante la contienda. El poeta soriano gozó del favor de los poderosos: desde Francisco Franco al ministro Ramón Serrano Súñer, quien le aleccionó para ir a combatir contra el comunismo en la División Azul, junto al ejército nazi. En Rusia enraíza la trama de esta historia, que marca el extraño origen de los cambios morales e ideológicos del entonces omnipotente Dionisio Ridruejo. Pese a haber apoyado a Franco en sus comienzos, se distanciaría de aquél y, a partir de su oscuro regreso a España desde la URSS, protagonizaría una oposición política contra el dictador tan súbita y valiente como arriesgada e insólita. El hecho real de que Radio Moscú leyera unos poemas del escritor soriano arrebatados durante una infiltración de partisanos soviéticos en las líneas españolas, brinda al autor un relato ―configurado alrededor del espionaje soviético― donde emerge con plena virulencia la pugna entre los universos falangista y comunista. Metáfora del desgarrado y secular divorcio hispano-español, cobra aquí su máximo antagonismo y culmina en un desenlace que proyecta una penumbra inquietante sobre la ulterior Transición de la dictadura a la democracia, de la cual el protagonista de esta novela fue, con su ejemplo, mentor y emblema.