Medio siglo antes que los ingleses, los colonizadares españoles se asentaron en tierras norteamericanas. Pero, desde su !legada, los anglos fueron configurando el territorio hasta crear los Estados Unidos de América, un país en el que hoy vuelven a mezclarse gringos e hispanos. Gringolandia es un retrato de EE. UU. esbozado sobre el terreno, desde principios de 1970 hasta los albores del siglo XXI. En él vemos cómo republicanos y demócratas siguen pugnando por el control político y económico del neoimperio estadounidense, ese país que insiste también en exportar su mode!o de sociedad al resto del mundo.´nEscrito al filo del recuerdo, especialmente de !os cinco años como corresponsal de El País en Washington D. C., el autor, que ya en la década de los ochenta proponía reclamar el derecho de poder votar, desde las colonias», al mejor candidato a la Casa Blanca, argumenta veinte años después que los europeos deberíamos poder elegir a quienes nos involucran en guerras preventivas sin contarnos sus verdaderos objetivos.´nLos personajes, desde presidentes a granjeros, hallados por el autor durante su largo viaje por EE. UU., ayudan a comprender y analizar el complejo e influyente entramado del gigante estadounidense, desde sus aspectos político, económico, cultural y social, así como las relaciones bilaterales can España
Medio siglo antes que los ingleses, los colonizadares españoles se asentaron en tierras norteamericanas. Pero, desde su !legada, los anglos fueron configurando el territorio hasta crear los Estados Unidos de América, un país en el que hoy vuelven a mezclarse gringos e hispanos. Gringolandia es un retrato de EE. UU. esbozado sobre el terreno, desde principios de 1970 hasta los albores del siglo XXI. En él vemos cómo republicanos y demócratas siguen pugnando por el control político y económico del neoimperio estadounidense, ese país que insiste también en exportar su mode!o de sociedad al resto del mundo.´nEscrito al filo del recuerdo, especialmente de !os cinco años como corresponsal de El País en Washington D. C., el autor, que ya en la década de los ochenta proponía reclamar el derecho de poder votar, desde las colonias», al mejor candidato a la Casa Blanca, argumenta veinte años después que los europeos deberíamos poder elegir a quienes nos involucran en guerras preventivas sin contarnos sus verdaderos objetivos.´nLos personajes, desde presidentes a granjeros, hallados por el autor durante su largo viaje por EE. UU., ayudan a comprender y analizar el complejo e influyente entramado del gigante estadounidense, desde sus aspectos político, económico, cultural y social, así como las relaciones bilaterales can España