En el año 1940 se organiza por primera vez de forma oficial el campeonato individual de pelota a mano. El manomanista nos ha dejado innumerables imágenes, partidos, recuerdos y anécdotas que el autor ha rescatado tras innumerables horas de conversación con sus grandes campeones y quedan recogidas en estas páginas para disfrute de los aficionados a la pelota. Durante la década de los 40 se juega cada dos años y su primer dominador es un ya veterano Atano III. Tras ganar cuatro txapelas le destrona Miguel Gallastegui (prologuista del libro), y llegan los años 50 donde se pasa a disputar anualmente. Ya son más de setenta años de historia con un total de 25 txapeldunes. Los campeones manomanistas son auténticas leyendas de la pelota a mano. Ahí están Ogueta el Ciclón alavés; el vizcaíno Hilario Azkarate con sus seis entorchados; Retegi I, el primer campeón navarro; Retegi II, rey de reyes con sus once txapelas. O duelos para el recuerdo como los protagonizados a finales de los noventa entre Beloki y Eugi u hoy en día entre Olaizola II y Martínez de Irujo.