La gestión pública de la justicia avanza hacia terrenos en los que habitualmente no se había movido. La gestión de la justicia es, en términos históricos, una gestión de conocimiento experto en la que primaba sobre cualquier otra cosa el conocimiento y la sabiduría del juez. Ahora ?sin perder aquella necesidad? se convierte en un sector del ámbito público llamada a introducirse en los procelosos terrenos de la gestión pública. Conceptos como modernización, liderazgo, gestión, electrónica y resultado no han sido tradicionales en la Administración de la Justicia y, sin embargo, son elementos indisolublemente unidos al concepto de gestión en general y, de gestión pública, en particular. La perspectiva de la presente Obra es, claramente, proyectiva. Sabido que hay un cambio de parámetros y de prioridades parece necesario abordar cómo se realiza el cambio, cuáles son los elementos centrales y las suficiencias y las insuficiencias del modelo proyectado. El resultado demuestra que para situar la gestión de la justicia en términos convencionales de la gestión pública falta por recorrer mucho camino y las pautas e instrumentos elegidos no son los más radicales ni, por tanto, los que permiten un tránsito de mayor velocidad. La perspectiva no puede ser, por tanto, otra que la de intentar la proyección sobre la justicia de los elementos centrales de un gestor y el señalamiento del camino que nos queda por recorrer para aproximar la misma a un conjunto de técnicas y formas de hacer que están en acervo común de la cultura de la gestión pública.