En las últimas décadas hemos asistido a un deterioro progresivo y a veces alarmante del paisaje, exacerbado por un crecimiento urbanístico descontrolado. La preocupación ha llegado a rebasar los foros especializados hasta convertirse en una demanda social. La iniciativa comunitaria INTERREG-IIC, de abril de 1998 y, en concreto, el Programa Operativo del Sudoeste Europeo permitió desarrollar un proyecto pionero en nuestro país para determinar los tipos de paisaje de España, mediante la agregación espacial de unidades características y su representación cartográfica, todo ello desde la perspectiva global de la ordenación del territorio. El resultado fue el Atlas de los paisajes de España, del que este libro es un "retoño"