Evelyn Waugh es conocido por casi todos por ser el autor de Retorno a Brideshead, su imagen para muchos es la de un escritor de clase alta especializado en la descripción de los decadentes escenarios de la aristocracia anglosajona de principios de siglo. Sin embargo Evelyn Waugh viajó durante largos periodos por África, Sudamérica y el Mediterráneo. De esas experiencias nacieron siete magníficos libros de viajes. Waugh viajó por primera vez a Etiopía en 1930, poco después de divorciarse, cuando tenía 30 años. Después de Etiopía el autor continúa su periplo africano visitando lugares como Zanzíbar, Mombasa y Yemen. Para hacernos una idea del agudo análisis de estas gentes remotas que con grandes dosis de humor encontramos en el libro, bien vale el siguiente párrafo en el que el joven escritor inglés habla de los paralelismos entre la vida en la Etiopía de esos días y el fantástico mundo de Alicia en el país de las maravillas: pero en Alicia es donde se encuentra ese peculiar aire de realidad galvanizada y traducida en la que los animales llevan relojes en los bolsillos del chaleco, la realeza pasea por el campo de croquet al lado del verdugo jefe y los juicios terminan con un revoloteo de cartas de la baraja.