Ésta es la biografía definitiva de un ídolo nacional, el lacónico actor que llegó a simbolizar los ideales americanos de confianza en sí mismo, independencia y honestidad en películas clásicas como Solo ante el peligro y Juan Nadie, pero cuya turbulenta vida privada estuvo reñida con frecuencia con su impecable imagen pública. Jeffrey Meyers crea un extraordinario retrato ba sado en una estrecha cooperación con la hija del actor y la de destacados colegas e íntimos amigos com Arlene Dahl, Patricia Neal y Fay Wray, con quienes Meyers mantuvo largas entrevistas. Aunque, en privado, callado y solitario el Cooper de fuera de la pantalla era todo menos sencillo. Era un sofisticado y elegante hombre de mundo, con deseos e ideas acordes con su carisma.