Hay una historia nacional que se escribe todos los días, y todos los días se borra. Es el secreto a voces de las aspiraciones y luchas populares y sus héroes y mártires, que sólo fugazmente aparecen en las páginas rojas de los diarios. De cara a esto, una vez más Elena Poniatowska la relatora de lo que se querría relegar al olvido, la cronista de nuestros tiempos: vívidamente describe la vida precaria de los inmigrados a la gran ciudad; conmovedoramente, ahonda en la memoria del movimiento de 1968; en páginas inolvidables narra la huelga de hambre en Catedral de las madres de presos y desaparecidos políticos y, sensible y sagazmente, la gesta de la colonia Rubén Jaramillo en Cuernavaca. donde lo llamado "policiaco" recupera su dignidad política, donde las muertes y las vidas no son absurdas, donde se reconstruyen los hechos que les han dado su cariz a nuestros días, donde los sentimientos se hilvanan para recuperar la memoria- constituye un admirable principio de la verdadera historia mexicana.