Imagina que... Tomas el sol en una isla creada de manera artificial con espuma helada. Colonizas una ciudad junto a Chernóbil que jamás llegó a ser habitada. Pernoctas en un cementerio habitado (por vivos) en el norte de Manila. Visitas un microestado fundado en una plataforma armamentística en mitad del océano. Conoces al amor de tu vida en una campiña británica, capital del sexo al aire libre. Alastair Bonnett escribe sobre 48 lugares fuera del mapa. Una oda a la peculiaridad de un lugar frente a un mundo globalizado. A lo inesperado en un planeta mapeado (y por tanto explicado) por las nuevas grandes corporaciones. A las fronteras difusas y las fantasías reales. A la idea de que ni el hombre actual lo sabe todo ni todo está descubierto y conquistado. Al territorio como fábrica de nuestras vidas, donde construimos nuestra identidad y memoria.