Diálogos hilarantes y trazos caricaturescos dan vida a esta atípica biografía sobre Sigmund Freud. Con agudo humor inglés, Ralph Steadman interpela los momentos más célebres de la vida del psicoanalista austríaco, reinventando escenas a la medida del trazo de sus caricaturas: el Freud de costado más humano, desnudo ante sus propias ansiedades, angustias, amores y
¡chistes! «En contra de lo que muchos creen, Sigmund Freud tenía sentido del humor», sostiene Steadman, que aprovecha el libro de Freud sobre el chiste y su relación con lo inconsciente, como base para un doble homenaje: al humor y al padre del psicoanálisis. Freud, Jung, Lou Andreas Salomé: todos ellos reinventados por el fino trazo de tinta y lápiz de Steadman, que, travieso, pasa del dibujo al texto con la misma jocosidad. En diálogo, Freud hacia Jung: ¡Maldita sea! ¿Te has tirado un pedo? Claro que me lo he tirado. ¿O acaso crees que siempre huelo así? La puerta para ir a jugar se abre luego de la reverencia, en la cual Steadman reconoce la lucidez de quien hace uso de los inteligentes mecanismos del chiste aun en situaciones extremas. Dijo Freud: «Qué progreso hemos logrado. En la Edad Media me habrían quemado en la hoguera. Ahora se contentan con quemar mis libros».