Los frenos de un tren sirven para moderar su velocidad, asegurar su detención y garantizar la inmovilidad del material en plena vía o durante el estacionamiento. Los frenos que equipan los trenes se clasifican en: 1. Automáticos por aire comprimido: se usan para detener el tren en la distancia que imponen las señales, aún circulando a la velocidad máxima. Permiten que el tren no sobrepase, en ningún momento, la velocidad máxima; en caso de fraccionamiento garantizan la detención de las partes separadas. 2. Complementarios: se usan para reforzar o sustituir parcialmente el frenado automático y regular la velocidad en perfiles descendentes. - Eléctricos. - Hidráulicos. - Magnéticos. 3. De estacionamiento: se usan para mantener detenido el material, una vez que el frenado automático pierde su eficacia