Freddie Mercury fue la personalidad del rock‘n’roll más deslumbrante: un artista legendario que, en 1991, con tan solo cuarenta y cinco años de edad, se convirtió en la primera estrella del pop en morir a causa del sida. La exorbitante voz de cuatro octavas de Freddie fue un elemento definitivo en el sonido único de Queen, presente en más de una docena de los álbumes del grupo, de los cuales se vendieron millones, desde la década de los setenta hasta principios de los noventa. Era, asimismo, un compositor soberbio, de enorme talento, y músico, autor de algunos de los grandes éxitos de Queen, entre los que se cuentan «Killer Queen» y «We Are the Champions», así como su triunfo más destacado, el épico himno «Bohemian Rhapsody». Como artista en solitario, lanzó dos aclamados álbumes, Mr Bad Guy, en 1985, y el operístico Barcelona, con la soprano española Montserrat Caballé, en 1988 (posteriormente utilizado como himno para los Juegos Olímpicos de 1992, celebrados en Barcelona).