El impacto del uso de los sistemas de representación en general, y en particular del sistema diédrico, en el pensamiento arquitectónico ha permanecido históricamente como un tema poco explorado en la teoría de la arquitectura. No ha sido hasta décadas recientes cuando la voz de críticos importantes como Stan Allen, y sobre todo las investigaciones seminales de Robin Evans, han puesto el foco de atención sobre cuánto el proyectar desde proyecciones planas ortogonales - planta, alzado y sección- condiciona, rigidiza y “cubica” el pensamiento arquitectónico. Es en el contexto de esta particular revisión de la relación entre sistemas de representación y pensamiento donde la obra de Enric Miralles cobra si cabe mayor singularidad.