Este libro trata de la evolución de la actividad de los fotógrafos-retratistas de Almería entre 1839 y 1939. Los primeros fotógrafos fueron itinerantes, tras lo que se produce la llegada del siguiente grupo que permanecerá en emplazamientos fijos. Como último paso surge una red de hijos de fotógrafos, parientes y aprendices, que habían conocido el oficio en el seno de la empresa familiar y deberán ubicarse en zonas de influencia. Mostraremos los datos biográficos de los fotógrafos que ejercieron la profesión en Almería, revelando la importancia de un entorno artístico y creativo como parte de su capital humano. Pero también valoraremos la continuada innovación técnica que tuvieron que afrontar para sobrevivir en un mercado tan cambiante y competitivo. Nuestros temas incluyen la profesión de los fotógrafos-pintores; la imagen en la imprenta y la publicidad; el uso de la linterna mágica como espectáculo previo al cine; las estrategias adoptadas por los pintores para hacer frente a la fotografía; la fotografía post mortem; la importancia para el turismo; la necesidad de la fotografía para las ciencias sociales; los fotógrafos en la emigración; los servicios fotográficos, etcétera.