Constituye una valiosa aportación a la historia de villas y lugares sevillanos, de señalada significación en el entramado patrimonial sanjuanista, como fueron en el valle medio del Guadalquivir, Setefilla, Lora del Río, Alcolea, Peñaflor, Tocina; además de otros enclaves como la propia Sevilla, San Juan de Aznalfarache y Robaina en el Aljarafe.