La presente obra arranca de una convicción: la reflexión filosófica no transcurre en el clima aséptico de una aislada campana de cristal, ni en las alturas incontaminadas de cualquier figurada estratosfera; por el contrario, al tener lugar en medio de unas condiciones culturales determinadas, no puede marginarse de ellas, sino que ha de afrontar su concreta ubicación y hacerse cargo de la problemática humana que desde su entorno emerge. A esa intención responden estas páginas sobre Filosofía y crítica de la cultura en las que, bajo ese título, se desarrollan tres líneas de trabajo interrelacionadas: el autoesclarecimiento de la filosofía, atendiendo a su dimensión constituyente de crítica de la cultura; el esclarecimiento de la compleja realidad cultural del hombre; el análisis de algunos problemas filosóficos cruciales planteados en la actual encrucijada de nuestro modelo civilizatorio. La primera parte de la obra aborda la filosofía como producto cultural a través del cual la misma cultura se autocritica. Tras seguir la pista a las relaciones de la filosofía con otros productos de la esfera cognitiva de la cultura mito, ciencia e ideología, atendiendo también a su relación con el modo de pensar utópico, se desemboca en la propuesta de una filosofía crítico-hermenéutica de la cultura. La segunda parte ahonda en las bases antropológicas de la cultura y su dinámica. Transitando por la vía que conduce desde una filosofía de la cultura hacia una filosofía del hombre, se ilumina a la vez el camino de una filosofía crítica que no elude la dimensión normativa requerida para abordar el trayecto que va de la hominización a la humanización. La última parte se centra en problemas cruciales como los que hoy representan la tensión entre universalismo y particularismo, con el consiguiente cuestionamiento de las pretensiones universalistas de la razón, incluida la razón moral, desde la diversidad cultural, o el debate en torno al progreso, habida cuenta de la ambigüedad inerradicable de la historia. Apuntando a las condiciones necesarias para un nuevo humanismo transcultural se trata de afrontar la gran alternativa de nuestro tiempo: «humanismo o barbarie».