Este libro define la relación entre las novelas románticas y los cimientos nacionales en América Latina y explica cómo la consolidación de los Estados y la novela marcharon de la mano. Cada capítulo analiza textos paradigmáticos de la narrativa, escritos entre mediados del siglo XIX y las primeras décadas del XX, que sirvieron de divisa ideológica para establecer símbolos de nación: El Zarco en México, María en Colombia, Amalia en Argentina y Doña Bárbara en Venezuela, entre otras, recuperando la importancia histórica y literaria de estas narraciones fundacionales.