El presente libro analiza los vínculos entre familia y exilio en la dramaturgia de la Gran Cuba, entendida como la generada tanto dentro como fuera de la isla, desde el triunfo de la Revolución en 1959 hasta la actualidad. Con base en el método dramatológico, que permite entender esta creación como un sistema, la evolución se observa a través de seis relevantes obras: "Los siete contra Tebas" de Antón Arrufat, "El súper" de Iván Acosta, "Sanguivin en Union City" de Manuel Martín Jr., "Nadie se va del todo" de Pedro R. Monge Rafuls, "Cartas de Cuba" de María Irene Fornés y "Retratos" de Lilian Susel Zaldívar de los Reyes. El minucioso análisis de cada texto se acompaña de una revisión de las circunstancias de publicación y estreno, con énfasis en los enfoques de la crítica y el mapa histórico, político y cultural. El estudio se detiene en las tendencias y disidencias estructurales, toda vez que la forma en que la fábula se quiebra y diverge en diferentes líneas de acción ilustra el fenómeno de ruptura del eje individuo-familia-sociedad: esa fractura atraviesa y determina el tratamiento dramático de la escritura, el tiempo, el espacio y los personajes. La relación dentro-fuera, el vector temporal pasado-presente-futuro, así como la tematización y la dramatización de la familia cubana desgarrada por el exilio, ocupan el centro del debate.