En este libro se exponen algunas de las aportaciones fundamentales de Michael Balint al pensamiento psicoanalítico y a la antropología médica, entendida ésta como la visión del ser humano que se obtiene a partir del estudio de los enfermos y su relación con los médicos. El doble trabajo de Balint como psicoanalista y como creador de los grupos que llevan su nombre (centrados en los aspectos psicológicos y relacionales de la práctica de la medicina general) se encuentra en la base de su elaboración conceptual. El estudio de las relaciones humanas, fundamentalmente en dos ámbitos concretos la consulta del psicoanalista y la del médico general le llevaría a reflexionar sobre cuestiones clave para la práctica clínica tales como el manejo de la regresión en la relación médico-paciente y psicoanalista-paciente, especialmente en los casos en que topamos con las consecuencias de la falla básica. La autora pone de relieve en qué consiste la originalidad de Balint dentro del pensamiento psicoanalítico, enmarcado en la escuela húngara iniciada por Ferenczi, con continuidad en el grupo independiente británico y precursor de la actual corriente del psicoanálisis relacional. Jorge L. Tizón prologa esta obra aportando su experiencia en los Grupos Balint.