"Extremadura ha sido explendorosamente a lo largo de la Historia, ibera y romana, altera Roma -Roma en España-; visigoda y mora -viejo y taifal solar de los aftásidas-; cristiana y descubridora. Pero hemos vivido aislados, a nuestro aire, hasta, si me lo permiten, abandonados. Y de ese desdén o desde esa lejanía, resalta ahora que, retirado el manto del olvido, ofrecemos lo que nadie sospechaba: ciudades y pueblos detenidos en la noche de los tiempos, pero con unas ansias de vivir deslumbradoras. Torres, castillos, fortalezas, catedrales, parques naturales de flora y fauna insospechada y extensiones de mares interiores desconocidos; fulgores de romanización, como pocos, y alcazabas desafiantes; rincones del Temple y centros de espiritualidad. Todo está intacto , nuevo, limpio, como si tras las frescas lluvias de octubre el cálido sol de los membrillos dorara sus laureles". Santiago Castelo (Director de la Real Academia de Extremadura)