La constitución de una psicología social efectivamente histórica se ve impedida tanto por la usual a-historicidad de la disciplina como por la concepción misma de la historia. Este trabajo responde a un intento por mostrar los vínculos entre la reflexión teórica y el tiempo corto, para a partir de ello sugerir la necesidad de una nueva forma de aproximarse al pasado mediante la concepción de un tiempo social constituido por esas formas y estructuras cifradas en los vestigios de la vida cotidiana de los hombres del pasado. Una aportación a la construcción de una Psicología Colectiva efectivamente histórica.