La filosofí­a moral ha pretendido explicar, durante siglos, cómo la conducta humana es resultado de decisiones correctas tomadas por individuos que actúan responsablemente como agentes morales. Sin embargo, se ha encontrado con un material difí­cil: las personas no son tan correctas ni reflexivas, ni tan disciplinadas como los moralistas lo hubieran querido. Y, en oposición a los filósofos morales, las investigaciones recientes de los psicólogos cognitivos, los neurocientí­ficos o los teóricos evolucionistas han arrojado resultados que no son demasiado alentadores para ratificar aquellos puntos de vista: cuanto más aprendemos acerca de la fuente de nuestras acciones y juicios, más difí­cil parecerí­a relacionar esas conductas y sentimientos con los valores y los principios que los moralistas imaginaban como rectores de la vida. La aparente contradicción entre el antiguo proyecto de la Ética filosófica y los descubrimientos de las modernas ciencias del comportamiento es puesta bajo una nueva luz en este libro, que muestra de qué modo las investigaciones empíricas y la tradición de la Ética clásica deben verse como un diálogo antes que como una confrontación. Appiah -uno de los más lúcidos pensadores contemporáneos- elabora aquí­ una versión del naturalismo que, al trascender los debates centrados en la relación entre la psicologí­a y la Ética, entre intuición y teorí­a, reformula la naturaleza misma de la empresa filosófica y ofrece una renovada manera de reflexionar sobre la Ética de la tradición clásica. "En este libro de prosa deslumbrante, Appiah argumenta en favor de restablecer el ví­nculo entre la filosofí­a moral y las ciencias, tanto naturales como sociales. El importante argumento de Appiah promete transformar más de un campo del saber." Cass Sunstein "Una encantadora y penetrante obra, plena de historias, bromas y anécdotas." Jeremy Waldron, The New York Review of Books, 8 de octubre de 2009