La entrada de España en la contemporaneidad no fue un proceso sencillo ni exento de conflictos. Los liberales, que ya no abandonaron el timón del Estado desde 1833, tuvieron que lidiar con una Iglesia católica que, especialmente desde mediados de siglo, experimentó una sorprendente capacidad de adaptación a las muy cambiantes circunstancias del momento. El presente libro aborda este interesante periodo de la historia de España con las herramientas metodológicas aportadas por la categoría de género y, con una visión crítica del concepto de modernidad, trata de responder a interrogantes como: ¿Hubo un proceso de feminización católica en España? ¿Cuáles fueron sus derivaciones políticas? ¿Qué modelo de mujer elaboraron obispos, sacerdotes y publicistas católicos? y ¿cómo reaccionaron las propias mujeres católicas ante estos discursos? Los dos resultados más destacados de este proceso y cuyos ecos llegan hasta la actualidad fueron, por una parte, la vinculación naturalizada de mujeres y religión, y, por otra parte, la feminización simbólica de la Iglesia católica, que se autodefinió con los mismos rasgos que consideró ideales para las mujeres de la época. "Premio Miguel Artola 2015"