El actual avance tecnológico en la fase analítica ha dado como resultado equipos más precisos, exactos y rápidos; consiguiendo a la vez una reducción de errores en esta fase. Por tanto, es en la fase preanalítica donde se deben centrar los esfuerzos para reducir el número de errores y aumentar la seguridad del paciente, ya que hoy en día la fase preanalítica asume un porcentaje medio de errores globales de laboratorio cercano al 70%. Debemos recordar que detrás de una muestra existe un paciente y que por tanto asegurar la extracción, identificación y transporte de una muestra, es garantizar la seguridad del paciente. Por tanto desde los laboratorios debe hacerse un esfuerzo de tiempo y personal en promocionar una fase preanalítica de calidad, contribuyendo así a la calidad del resto de procesos en el laboratorio clínico.