¿Cómo se originó Europa y cuáles son sus fronteras? ¿Quién tiene derecho a llamarse europeo y a entrar en la nueva Europa? Ante estas preguntas se comprende el sentido de insistir en las raíces espirituales de Europa, el fundamento moral de la política de la Unión y su responsabilidad en la paz de la propia Unión y del mundo. De la respuesta a estas preguntas depende, como dice Joseph Ratzinger, el presente y el futuro de Europa.