En la actualidad, pocos descubrimientos científicos terminan con un exaltado «¡eureka!», pues los resultados requieren la validación por parte de la comunidad científica. Este libro sigue paso a paso el famoso «caso Perucho»: el descubrimiento que realizó el equipo científico dirigido por el doctor Manuel Perucho ?que aporta significativos avances en la clasificación y el pronóstico de algunos tumores?, y los problemas que tuvo que superar hasta obtener el reconocimiento público, pues varias publicaciones científicas se negaron a admitir los resultados de la investigación y se produjo una apropiación fraudulenta. Una auténtica carrera de obstáculos hasta conseguir que al equipo del doctor Perucho se le restituyera y reconociera la autoría. David Casacuberta y Anna Estany toman el caso como ejemplo para analizar, desde la filosofía de la ciencia, el proceso de creación científica y todos los elementos implicados para que un descubrimiento pueda reconocerse como tal. En la primera parte se presenta un marco teórico sobre las diferentes aproximaciones a la ciencia, que permite considerar el trabajo de laboratorio no como ciencia pura, sino como ciencia de diseño. La parte central trata del descubrimiento en sí, el funcionamiento de un equipo de investigación y los entresijos durante la publicación de sus hallazgos, para concluir con una reflexión sobre todas las cuestiones que se derivan del trabajo en el laboratorio, que obligan a repensar muchos aspectos de la teoría de la ciencia al uso.