Lejos de nuestros modelos, la palabra desorden suele designar la riada anónima del exterior. Querría señalar la fuerza ciega de una corriente humana y terrenal, impetuosamente aleatoria, de la que debemos protegernos. Pero éste no es un libro de ética al estilo usual. No opera con la contraposición del bien al mal, no busca un conjunto de prescripciones para una vida mejor ni una idea del deber que guíe la acción. No intenta que los hombres aprendan a conducirse en términos supuestamente morales, sino que cada uno asuma su indescifrable signo natal y le dé una forma de vida. El vínculo entre ética y alegría, entre moral y fuerza, ha sido peligrosamente olvidado. La disciplina no es reclamada por las señas externas de la organización, sino por el desarrollo interior de la potencia. Este libro intenta actualizar la vieja certeza, oriental y occidental, de que las contingencias externas acaecen siempre con un orden oculto, remotamente inteligible. Según tal experiencia, el pensamiento no es en primer lugar un acto reflexivo que pueda o no realizarse, sino la turbulencia secreta de cualquier presencia material, por apacible que parezca. Lo mismo es ser y pensar, se afirma ya antes de Platón. Se trata de una experiencia vertiginosa y a la vez común, admitida en la más llana aunque no siempre expresable sabiduría popular. Si aquí se tiene la pretensión de defenderla, de modo suficientemente comprensible, es por la intención de mostrarla en la más cotidiana y banal actualidad. Ignacio Castro Rey es doctor en Filosofía por la UAM y profesor en un Instituto de Enseñanza Secundaria de Madrid. Influido por la heterodoxia del pensamiento occidental, despliega desde hace años un trabajo filosófico en una doble dirección. Por un lado, en el borde de lo que podríamos considerar nuestra tolerancia ilustrada, la afirmación de un inmediato absoluto sensible, ético y estético a la vez, de difícil y venerable expresión conceptual. Por otro, una crítica del poder contemporáneo, con sus nuevas formas de aversión a la otredad real. En ambas articulaciones, de Weil a Lispector, de Handke a Sokurov, Ignacio Castro rescata la potencia conceptual de muy diversos creadores actuales. Además de firmar numerosos artículos en distintos medios y volúmenes colectivos, Ignacio Castro es un pensador frecuentemente invitado en diversas instituciones y universidades, tanto nacionales como extranjeras. Es autor, entre otros, de los siguientes libros: Sociedad y barbarie (Barcelona, 2012), La depresión informativa (Buenos Aires, 2011), Votos de riqueza (Madrid, 2007), La sexualidad y su sombra (Buenos Aires, 2004), Crítica de la razón sexual (Barcelona, 2002) y La explotación de los cuerpos (Madrid, 2002).